valores





La responsabilidad es la sabiduría que da la experiencia para poder cumplir con las obligaciones
 
¿Qué es la responsabilidad?
Es la facultad que tienen las personas para tomar decisiones conscientemente y aceptar las consecuencias de sus actos,dispuesto a rendir cuenta de ellos.Es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias delas propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien.
Condiciones para que exista responsabilidad
Libertad: Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas libremente. En este sentido, ni los animales,ni los locos, ni los niños pequeños son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón (y el uso de razón es imprescindible para la libertad).
Ley: Debe existir una norma desde la que se puedan juzgarlos hechos realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento.
¿Responsabilidad ante quién?
El hombre responde de sus actos ante quien es capaz de dictarle normas, y esto sólo pueden hacerlo Dios (responsabilidad moral),uno mismo (juicio de conciencia) y otros hombres. A su vez, la responsabilidad ante los demás puede ser de varios tipos:responsabilidad jurídica (ante las leyes civiles), familiar-doméstica(ante la familia), laboral, etc.
¿Cómo disminuye la responsabilidad?
Disminuye la responsabilidad lo que entorpece la voluntad y el entendimiento, que son las facultades necesarias para realizar acciones libres. Por ejemplo, la violencia, la ignorancia y el miedo.
Principios de la responsabilidad
El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios como:
  1. Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.
  2. Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del cargo que se tiene.
  3. Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o involuntaria.
  4. Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad general.
  5. Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y sentimientos generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los recursos asignados al cargo conferido.
  6. Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las herramientas y materiales que al cargo se le confiere.



Cómo desarrollar la responsabilidad

Sabías que lo podemos lograr si...

  • Asumimos y tomamos decisiones adecuadas.
  • Cumplimos con la parte que nos corresponde en un trabajo en equipo u otro compromiso.
  • Buscamos soluciones a los problemas y asumimos las consecuencias.
  •  
  • Cumplimos de forma adecuada en cuidar, preservar y mejorar el entorno natural. 
  • Estamos conscientes de que nadie puede responder por nosotros.



Decálogo de la responsabilidad

1. La persona responsable responde por sus actos. Por eso piensa antes de actuar y mide sus consecuencias.
2. Es responsable quien asume en forma cabal todos sus deberes y ejercita todos sus derechos.
3. “Lo que hay qué hacer se hace” –afirma Josemaría Escrivá, en Camino,“sin vacilar, sin miramientos”, Responsabilidad es cumplir con el deber.
4. Excusarse, justificarse, buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas de responsabilidad.
5. Ser responsable implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que debo, sino emplear toda la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
6. Valorar las cosas importantes, ser conscientes de las repercusiones de los actos y huir de la frivolidad, son manifestaciones de responsabilidad.
7. Las consecuencias de los actos hay que asumirlas siempre, aunque la acción sea involuntaria.
8. Cuando voluntaria o involuntariamente hemos causado un mal a alguien, se debe resarcir el daño, sobre todo si el daño es contra la fama o el honor de alguien.
9. Otros valores relacionados con la responsabilidad: la prudencia al decidir y la justicia para dar a cada uno lo que le corresponde.
10. ¿A quién hay que responder de nuestros actos? A nosotros mismos, a la familia, a la escuela y a la sociedad.

 
 
HONESTIDAD
 
Ser honesto es ser real, auténtico, genuino. La honestidad consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad (decir la verdad), de acuerdo con los valores de verdad y justicia. Se trata de vivir de acuerdo a como se piensa y se siente. 



Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas.

No debemos olvidar que, los valores deben primero vivirse personalmente, antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.

Recordemos que el valor de la honestidad:
Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quién lo que le es debido.

La persona que es honesta puede reconocerse por:
- Ser siempre sincero, en su comportamiento, palabras y afectos.
- Cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos
voluntarios.
- Evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a las personalidad de los demás.
- Guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales.
- Tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.

 
La honestidad es uno de los valores y componentes más importantes de una personalidad saludable, si entendemos por esta la capacidad de obrar el bien en todas las distintas relaciones y actividades que se sostienen diariamente con las personas de nuestro alrededor.

 
Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).


Honesto es aquel que no toma nada que no le pertenezca, no oculta nada, se ven en la transparencia de los actos cotidianos, tienen el coraje para decir siempre la verdad, no hacen cosas que dañen a los otros, obran de forma correcta y clara.

Este valor se debe vivenciar dentro de un contexto social, de una forma muy clara y respetuosa, además de que se debe ser honesto en todo y para todo, porque se honesto es una necesidad del día a día.
La sociedad necesita de la Honestidad, ya que esta ayuda a que se sustente de una forma muy buena esta misma, si no existiera la honestidad la sociedad sería corrupta porque se evitaría ser verdadero, la mentira seria el principal aspecto que causaría daño en la sociedad






Sin la Honestidad todo seria falso, es tan difícil vivir sin la honestidad porque estaríamos en un mundo de mentiras ya cosas que afectan la sociedad.



La verdadera generosidad, en relación con el futuro, consiste en dárselo todo al presente.

La generosidad es mi valor

Una persona generosa experimenta gusto y placer en compartir con los demás todo lo que tiene sin afectar la satisfacción de sus propias necesidades. Este valor puede expresarse de forma material, mediante bienes u objetos. Pero existen muchas más formas de vivirlo: ayudar con una tarea o un consejo, compartir las propias habilidades, atributos y conocimientos. Sólo quien se siente rico por dentro y considera que se encuentra en la abundancia es capaz de dar con alegría. En general se trata de dar sin afectar el propio bienestar, pero han existido casos de personas que arriesgan su propia vida para ayudar o prestar un servicio a los demás.

La labor de los voluntarios

Una de las mayores expresiones de generosidad en el desarrollo de los Juegos Olímpicos es el papel que desarrollan los voluntarios, las personas de la ciudad donde se llevan a cabo que, sin recibir pago, realizan diversas tareas para contribuir a su exitosa celebración. Sus características fundamentales son tres: compromiso voluntario, es decir que ellos decidan tomar parte; altruismo, o sea, que no lo hagan motivados por intereses económicos; voluntad de contribuir a la sociedad, en otras palabras, la convicción de hacer un beneficio a su comunidad.
La historia del voluntariado olímpico se divide en cuatro etapas. De Atenas, 1896 a Berlín, 1936 los esfuerzos vinieron de grupos como el ejército y los boy scouts y de cientos de voluntarios anónimos de las federaciones deportivas. En las ediciones que fueron de Londres, 1948 a Montreal, 1976, los Juegos recibieron el apoyo de organizaciones similares, así como de las redes de trabajo social y voluntariado para otras causas que ya existían en las sedes. Sin embargo, creció el número de individuos comunes que, como ocurrió en México, 1968, consideraban un gran honor ser parte del movimiento y auxiliar a los visitantes internacionales en estadios, hoteles, auditorios y sedes del programa cultural. Aún hoy guardan con orgullo los uniformes que vistieron en esos días inolvidables.
Si te fijas, muchas personas tienen más cosas de las que necesitan para estar bien. A pesar de lo que parece no son tantos los objetos realmente indispensables. Con seguridad en tu mesa hay una naranja, o una pieza de pan extra, que podría alegrar a muchos niños.
Hay quien tiene la costumbre de acumular más y más objetos sin compartirlos con los demás. Esa es una persona mezquina. Tal actitud está acompañada siempre de egoísmo, o falta de disposición para ayudar a los otros en aspectos importantes de su vida. Quienes no saben compartir llevan una existencia solitaria y aislada y se pierden uno de los mayores placeres: observar cómo disfrutan los demás el esfuerzo que se hizo por amor a ellos. No hay mayor alegría que la de una madre cuando ve que la familia saborea el platillo que ella preparó con cuidado y dedicación.
En el reporte oficial elaborado para los Juegos de Barcelona, en 1992, se definió el concepto de voluntario: “una persona que establece un compromiso individual y altruista para colaborar con sus mejores aptitudes en la organización de los Juegos desarrollando las tareas que se le asignen sin recibir pagos o recompensas de algún tipo”. El programa de voluntariado comenzó en los Juegos de Lake Placid, 1980, con la participación de seis mil personas. En las ediciones siguientes (Los Ángeles, 1984; Sarajevo, 1984; Calgary, 1988 y Seúl 1988) los voluntarios desempeñaron un papel central e hicieron que los Juegos fueran sustentables, ya que sería muy difícil pagar al personal contratado para esos servicios.
Desde entonces y hasta el presente los voluntarios desempeñan un papel fundamental en los planes del Comité Olímpico Internacional que les asigna tareas tan diversas como servir de intérpretes y traductores o ser anfitriones de los grandes personajes que acuden a los eventos. Mencionemos asimismo a aquellas personas que han donado recursos económicos para mantener vivo el proyecto de Pierre de Coubertin. En Londres 2012 había 70,000 voluntarios, llamados game makers o “hacedores de los juegos”. Fueron seleccionados entre 200,000 solicitantes deseosos de aprovechar lo que consideraron “una oportunidad única de participación y ayuda”

Viviendo el valor

El valor de la generosidad consiste en dar a los demás más allá de lo que nos corresponde por justicia u obligación. Implica la capacidad de salir de nosotros mismos y, por un acto de amor, enfocar las necesidades de los otros. Se expresa en diferentes dimensiones de la acción humana. En la dimensión material significa compartir nuestras pertenencias. En la dimensión espiritual consiste en poner nuestras capacidades y atributos al servicio de quienes nos rodean mediante una acción objetiva de ayuda.

Dar y recibir

El reparto de los bienes en el mundo no es uniforme. Unos tienen más y otros menos. Cada persona, además, cuenta con características diferentes y particulares. La generosidad nos permite buscar el equilibrio entre las pertenencias y las características para construir grupos humanos basados en un sentimiento de cariño. Si nosotros no tenemos la fuerza suficiente para cargar un mueble, una persona generosa puede ayudarnos a hacerlo. Si dos niños que pasan por la calle no tienen ropa ni comida, nosotros podemos buscar algo en casa y, simplemente, dárselos. Si un amigo o miembro de nuestra familia se encuentra triste o enfermo podemos ofrecerle nuestro consuelo. Si no entendemos una clase, nuestro compañero de banca puede explicarnos… La lista no se acaba nunca. Ser generoso no es dar lo que nos sobra, sino dar lo mejor que tenemos, y también saber recibir lo mejor que tienen las otras personas.

“La voluntad de la divinidad no es accesible a nuestro entendimiento; pero prepararse para comprender mejor las necesidades y derechos de mis semejantes, debe ser un compromiso de cada uno para actuar con justicia en bien de todos”  

El Valor de la JUSTICIA

Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o le pertenece.
Fuente: Diccionario de la Real Academia Española
Justicia es la posibilidad de construir el bien y la capacidad de reconocerlo.
¿QUÉ ES LA JUSTICIA?- La justicia es la virtud que hace que el hombre dé a Dios y a cada persona, lo que le pertenece y le es debido.
- La mejor manera de imaginarnos lo que es la justicia es una BALANZA. Una marchanta pesa en la balanza la tortilla exacta que debe dar a cambio del dinero que recibió, no da de mas ni de menos. Así es la justicia, nos ayuda a dar a cada cual exactamente lo que le pertenece.
JUSTICIA CON LOS DEMÁS
- Es dar a cada persona, a tu esposo/a, a tus hijos, a tu jefe, a tu empleado, a tu compañero, a tu amigo..., a cada uno lo que le toca verda-deramente, lo que le pertenece, a lo que tiene derecho.
- A tu esposo/a le debes fidelidad: no andar viendo a otros u otras, pues tú le prometiste entregarte toda la vida.
- Tus hijos tienen derecho a tu amor y a tu paciencia y a una buena educación.
- A tu jefe le debes el trabajar con dedicación, pues él te paga un sueldo por ello.
- A tu empleado debes el pagarle un sueldo correcto de acuerdo a su trabajo.
- A tu compañero le debes respeto.
Tener justicia con los demás es también:- No dañar a propósito a otra persona.- No encarcelar a alguien inocente.
- No decir mentiras en los tribunales.
- No acusar a alguien falsamente, o si tienes duda.
- No desear, ni menos robar lo que no es tuyo.
- Regresar las cosas perdidas.
- No cobrar más de lo justo por lo que vendes.
- No pagar menos de lo justo cuando compras.
- No cobrar mas de los intereses debidos cuando prestas dinero.
El ser humano necesita comprender la justicia dentro de sus posibilidades intelectuales, aunque sabe que la aspiración a la Justicia como valor absoluto está fuera de su alcance, trata de acercar la sociedad a este valor. Así el acto justo es aquel que va conforme a los valores morales que una sociedad acepta y que una persona realiza según su entendimiento, posibilidades y necesidades.
Toda sociedad tiene un espacio amplio de asimetrías, interdependencias e imperio de la ley del más fuerte, del dominante. Por ello la moral, la ética y la justicia procuran establecer espacios de equidad en que los actos justos tengan mayores probabilidades de prosperar.
Cómo desarrollar la justicia
El valor de la justicia se desarrolla cuando:
  • Doy apoyo personal o posibilito el acceso a recursos que necesitan mis semejantes para desarrollarse plenamente.
  • El logro de toda meta está condicionado a no dañar las potencialidades individuales.
  • Facilito la expresión individual y apoyo la democracia.
  • Valoro y respeto la justicia de la autoridad social, aún en contra de mis intereses personales.
  • Participo e influyo para que la justicia este presente en la decisiones que afectan a los demás
Viviendo el valor
El valor de la justicia se refiere a la concepción que cada época o cultura han tenido de lo que es bueno para todos. Su fin práctico es reconocer lo que le corresponde y pertenece a cada cual hacer que se respete ese derecho, recompensar su esfuerzo y garantizar su seguridad. No se limita a los casos que se tratan en los tribunales, aparece en la vida diaria como un factor del que se derivan relaciones más equilibradas y respetuosas, así como el bienestar de la sociedad en su conjunto.
 
 
Para reflexionar Decálogo de la justicia

  1. La justicia es actuar con equidad.
  2. Por la justicia se logra el sentimiento de felicidad de quien da y quien recibe.
  3. La equidad es un requisito de la justicia para otorgar a cada quien según sus méritos.
  4. En la justicia se encuentra el desarrollo de toda la sociedad, trasciende el egoísmo.
  5. El abuso del poder significa la muerte de la justicia.
  6. La corrupción da vida a la injusticia y la vende al mejor postor.
  7. La apariencia de justicia, engaña la vista, pero quien comprende reconoce este valor.
  8. La justicia resplandece ante lo injusto; pero nos obliga a sacrificar algunas conveniencias.
  9. No podemos cambiar todo lo injusto pero si aspirar a cambiar lo posible de nuestra conducta.
  10. Ser justo significa decidir a favor propio, de las personas y la naturaleza. 


LA LEALTAD SE SIEMBRA CON LA COMUNICACIÓN, PERO SE DEFORMA CON LA DESCONFIANZA Y SUBESTIMACIÒN, ACTITUD QUE REFLEJA SINTOMAS DE INSEGURIDAD, MUESTRA DE DEBILIDAD, PRESENCIA DE IGNORANCIA, QUE SOLO ALIMENTA UN ORGULLO POBRE QUE SATISFACE SOLO AL EGO.

qué es lealtad:
Es una virtud que se desarrolla principalmente en nuestra conciencia, el compromiso de defender lo que creemos y en quien creemos, esto supone hacer aquello con lo que una persona se ha comprometido aun cuando las circunstancias cambien, dicho de otra manera, es cumplir con la palabra que ha dado. Alguien que es leal responde a una obligación que tiene con los demás.
Todos tenemos amigos superficiales o conocemos a alguien que trabaja únicamente por le pagan pero una persona que es leal va más allá porque su compromiso es más profundo: está con un amigo en las buenas y en las malas, trabaja no solo porque le pagan, sino también porque adquiere un compromiso con la empresa en la que trabaja e incluso con la sociedad. 
Cómo enseñar la lealtad a nuestros hijo/as:
  • Demostrando comprensión cuando alguien de la familia, escuela o trabajo, reconoce sus propias culpas para no incrimina a los demás.
  • Demostrando confianza a nuestros hijo/as, familiares, amigos y compañeros para que consulten sus dudas, sin temor a represalias.
  • Demostrando el cumplimiento de los acuerdos tácitos o explícitos en la familia, trabajo, estudios o sociedad.
  • Enseñando de forma práctica a los hijos que se puede confiar en ellos y pueden ser confidentes y colaboradores.
  • Demostrando lealtad a los principios religiosos, sociales y económicos.
  • Demostrando lealtad entre los esposos y con los hijo/as, familiares y amigos.
  • Demostrando lealtad y voluntarismo, para ayudar en las tareas de la casa, aportando cada uno sus máximas posibilidades, incluso antes de que los demás lo necesiten.
  • Demostrando que cuando alguien ha dado algo bueno, la familia le debe mucho más que agradecimiento.
  • Enseñar que se defiende lo que se cree y en quien se cree.
  • Demostrando que se puede ser leal, aunque se denuncie lo que está mal, a pesar de poder perder un amigo.
  •  
Podemos leerles el cuento de “El gato con botas” de Charles Perrault , “El zorro y el caballo” de los hermanos Grimm, algunas fábulas como “Los dos amigos y el oso” de Samaniego etc.

 


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